Motivos

“Todo camino del hombre es recto en su propia opinion; Pero Jehová pesa los corazones.” (Proverbios 21:2)

Para aquellos que somos Cristianos, este verso nos hace preguntar, “Que motiva nuestro estilo de vida personal, nuestras filosofías, nuestras creencias, y vista del mundo?”  Si somos Cristianos, esta pregunta es extremamente importante porque, dependiendo de nuestras respuestas, puede ser que, sin darnos cuenta, estemos en contra de Dios.  Algunos de nosotros hemos hecho la decision consiente de vivir nuestras vidas a nuestra manera dejando a Dios totalmente fuera.  De cualquier manera, debemos tener cuidado y recordar que Dios ya ha dado un estándar de vida para todos aquellos que profesan ser Cristianos, y no cambia de opinion sobre el tema.

Dios, en 1 Juan 2:15-16, nos advierte diciendo,

“No ameis al mudo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no esta en el. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mudo.”

El estilo de vida, filosofias, creencias, y puntos de vista del mundo están en oposición a Dios.  Por lo tanto, como Cristianos, no podemos vivir para el mundo y para Dios a la misma vez, no importa nuestra motivación, o aunque nos parezca justificada.  Este asunto es tan importante, que Dios nos lo dice de otra manera (Cristianos, pongan atención):

“¡Oh almas adulteras! ¿No sabeis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo,  se constituye enemigo De Dios.”

No importa como tratemos de justificar nuestras selecciones de estilos de vida, Dios sabe la motivación tras ellas.  ¿Cual es la motivación por su estilo de vida?  ¿Es para honrar a Dios, o es para satisfacer sus deseos carnales?

Entonces,

  • ¿como obedecera las Escrituras de hoy?
  • ¿Con quien compartira las Escrituras de hoy?
  • ¿Con quien compartira la historia de su salvación y la historia de lo que Jesus hizo por usted en la cruz?

En clamor de Cristo,

Phil